martes, 28 de abril de 2009

Cuero reseco

Era un mes caluroso, sin duda. El asfalto andaba pegajoso y los niños sobrevivían jugando con globos de agua. El cadáver de Kati se secaba en un jardín, y a nadie parecía importarle lo mas mínimo.

3 comentarios:

  1. probablemente porque nadie quisera saberlo...

    el café no sé a qué sabía, sólo que era en amsterdam y que después mi hermana y yo cenamos en esa misma mesa. me hizo gracia pensar quién se habría sentao antes de qué habrían hablao...y lo que no se me había ocurrido: si estaría bueno el café!
    ;)

    mua!

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  2. Hasta que llegue el CSI... ya vorás.

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