Al escondite

Me elejé viendo como contabas hasta veinte en voz alta, con los ojos cerrados, decias que así evitabas las despedidas. Y yo volví a jugar al escondite, y me fuí con sonrisa de travesura.

Cosas de la vida

La vida en general te exige ser bueno siendo malo.

Hazte a la idea

Siempre con un pie a la sombra del otro, desgastando zapatilla y compartiendo cafés en recuerdos sin nombre.

Adios

Hizo las maletas con cuidado, rellenando todos los recovecos y dejando encima, bien a la vista, el billete solo de ida. Así no pensaría demasiado cuando tuviese que moverse.

En aquel entonces

Cuando era pequeño, mi madre siempre me preparaba muda limpia, para que no sufriera un accidente.